Soñamos un Colegio… nuestro colegio, arraigado en Jesús y la espiritualidad claretiana.
Que, a ejemplo de María, atesore en su corazón y proclame la Palabra de Dios.
Como educadores (docentes, no docentes, familias) que compartimos nuestra vida, nos animamos y acompañamos unos a otros, escuchándonos y aceptándonos en nuestra diversidad.
Audaz que se abre a las nuevas generaciones; camina con ellas y las anima a responder a la llamada de Dios acompañando sus búsquedas.
Que, arraigado en la Palabra, promueve la evangelización del currículum, abierto al diálogo con toda realidad cultural y religiosa.
Comprometido con la fraternidad universal, la justicia, la paz y el cuidado de la casa común.
Preparado para responder a los nuevos desafíos educativos y culturales a través de un proceso formativo integral y continuado.